Los piés en la tierra se tienen al andar por una playa de arena fina y también cuando paseamos en plena naturaleza.
“Somos nosotros los que nos adaptamos al medio y aquí decidimos que sea el medio el que se adapte a nosotros”.
Elegir dónde van a pisar los usuarios de la sala de psicomotricidad (casera o profesional) es muy importante para ambas partes, tanto por motivos de seguridad como por conseguir unas condiciones idóneas durante muchos años.
Centro Uutchi en Vitoria (Web: https://www.uutchi.com/)
Colchonetas y tatamis para psicomotricidad, gimnasia… sólo definen un producto y sus características técnicas las marcarán los futuros usuarios.
Pero… ¿qué diferencia hay entre una colchoneta y un tatami?
Hay usuarios que llaman a todo colchonetas y otros llaman Tatamis sólo a las colchonetas de 3 cm que tienen una densidad un poco más alta de lo normal.
Normalmente las escuelas y centros infantiles, gimnasios infantiles o de psicomotricidad y espacios lúdicos utilizan, como base de suelo, tatamis de 2 ó 3 cm de grosor y las salas de Terapia Ocupacional e Integración Sensorial utilizan colchonetas de 5 cm de grosor.
Como cada proyecto es un mundo, en el que hay que analizar diversos factores antes de realizar la compra como p.e. el tipo de usuario, ejercicios que se van a realizar, ubicación… lo mejor es consultar con un profesional. Llama al departamento de asesoramiento de Tamdem (teléfono 607 793 111) y aclara tus dudas.
Tatamis: están muy bien para andar sobre ellos de manera más estable o también para que los niños gateen y caigan sobre ellos desde una altura de hasta 20 ó 25 cm.
Colchonetas de psicomotricidad: en Tamdem nos inclinamos por el uso de colchonetas de psicomotricidad de 5 cm cuando no es preciso una rigidez que soporte pesos de adulto, que el fin no sea el de mantenerse fácilmente en equilibrio, tal y como si andáramos en suelo duro. La utilización más apropiada es andar por ella, caer, rodar en juegos, “recepcionar” con seguridad los saltos de altura, formar un recinto cálido, confortable y atrayente, que desinhiba al niño desde su entrada al recinto, al descalzarse. Las colchonetas de 5 cm de grosor se utilizan en recepciones de caídas de hasta 100 cm más o menos y son muy seguras al andar sobre ellas aunque no sean tan rígidas como el tatami.
Colchonetas de recepción: con un grosor de grosor de 15, 20, o 30 cm se utilizan para recepción de caídas de usuarios desde rocódromos, espalderas, escaleras de braquiación y otros aparatos de más de 1 m de altura.
“Esforzar al cuerpo a mantenerse equilibrado sin pretenderlo”.
CPL, Centro Paloma Labiaga en Madrid
La colchoneta se hará a la medida que la sala o espacio de psicomotricidad precise y, si fuese demasiado grande la superficie, fabricaríamos secciones de 200 x 100 cm unidas por velcros ocultos que compongan un espacio de uso.
El grosor de la misma será en consonancia a su futura utilizacion, siendo éste un aspecto de difícil precisión sin tener datos, por lo que aconsejamos consulten antes de elegir, incluyendo en la consulta la tela mas conveniente para ellas.
Este aspecto, el grosor, no plantea duda cuando se precisa un tatami, pues los usos serán los no reflejados en el apartado anterior, y que en genérico suelen ser la utilización para cualquier edad de una superficie dura y consistente, amortiguadora de pesos, sin buscar que recepcione saltos en altura y, por tanto, no suele ir más allá de 4 cm de grosor.
“Somos nosotros los que nos adaptamos al medio y aquí decidimos que sea el medio el que se adapte a nosotros”.