El espacio o sala de psicomotricidad que montemos en casa debe ser creativo para los niños, de tal manera que suponga un descubrimiento para ellos.
El deseo de jugar se despierta a través de la presentación que el adulto hace tanto de los espacios como de los materiales de psicomotricidad.
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Los niños pueden disfrutar de todo tipo de material, llamativo y seguro disponible para la habitación. Este tipo de material de psicomotricidad crea un espacio lúdico y cómodo que lo convierte en un deseo para los más pequeños.
Tenemos que adaptar la metodología al espacio creado siguiendo un proceso de maduración y algunas reglas para que el juego garantice un desarrollo óptimo y un lugar para divertirse.
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En la sala de psicomotricidad, podemos crear un espacio ritual único de entrada y salida (fases (1) y (5) al final del artículo), donde los niños se quitan los zapatos, se sienten cómodos y siguen las instrucciones del adulto. Una vez preparados, puede comenzar a jugar en la sala o espacio.
Si aprovechamos ese momento de juego con los niños para disfrutar del placer sensoriomotor y la descarga de tensiones, puede ser muy conveniente organizar el espacio y los artículos para promover sensaciones de equilibrio, desequilibrio, saltos, caídas, suspensiones, espacios para escalar, caminar, correr, lanzar, etc. Este tipo de sensaciones se basan en el juego sensoriomotor (2).
Después de pasar un tiempo disfrutando de estas sensaciones, podemos agregar cojines de colores, cuerdas, anillos, juguetes, telas, ropa, disfraces y todo ese tipo de material para comenzar con el juego simbólico (fase 3 al final del artículo). Mientras el niño está disfrazado y completamente transformado, comienza a desarrollar situaciones cotidianas con su imaginación, a través de estos materiales, gestos y otros objetos.
Durante la actividad, tenemos que mostrar interés en lo que los niños saben hacer, respetando todos sus aspectos y el ritmo que tiene en cada uno de ellos. También debe tenerse en cuenta que, si el niño va a un ritmo más lento, por ejemplo “en el salto”, los materiales se pueden colocar de tal manera que tengan que hacer más saltos durante el circuito, alcanzando así progresivamente situaciones de adaptación y evolución espontánea hasta alcanzar el objetivo propuesto.
Podemos motivar a los niños a jugar a través de una historia, una canción, un video, etc. Es muy importante generar ideas que motiven a los niños y tener la opción provocar una situación de actualidad o que estén trabajando en la escuela.
La novedad que supone un espacio de psicomotricidad en casa, el color de los artículos que se emplean, así como las zonas utilizadas desencadenan nuevas emociones y experiencias en los niños, haciendo que su juego sensoriomotor y simbólico sea más rico y variado.
En la sala o espacio que hemos creado, debemos tener un rincón para el juego cognitivo o de construcción (fase 4). Aquí es donde los niños comenzarán a construir, pintar, manipular, jugar con plastilina, experimentar y todo lo relacionado con moverse desde la experiencia emocional de los espacios antes de la representación cognitiva. De esta manera, favoreceremos a los niños y niñas el acceso al pensamiento operativo (ordenar y reorganizar sus representaciones mentales). Es apropiado colocar una pizarra o un mural para que los niños pinten y representen los juegos que han realizado.
Existen diferentes métodos para trabajar en la habitación, pero sin duda el mejor es el que se basa en las motivaciones del niño (sentido común).
En cualquier caso, en una sala o espacio de psicomotricidad y, a través del juego, los niños van a lograr:
– Superar dificultades de aprendizaje, movilidad, socialización, estados de ánimo…
– Mejorar todas sus habilidades.
– Perder y superar sus miedos.
– Aumentar su autoestima.
– Aprender a trabajar en equipo.
– Amar la escuela.
– Desengancharse de la telefonía móvil.
– Deshinibirse.
– Incrementar su creatividad.
– Prepárarse para nuevos aprendizajes escolares.
Después de la señal para terminar de jugar, el niño se dirige a la esquina de salida (la misma área donde se realiza el ritual de entrada), le dice al adulto todo lo que ha hecho jugando en el espacio de psicomotricidad y se prepara para salir de la habitación. Es importante que, después de jugar, los niños ayuden a ordenar la el espacio.
FASES DE LA ACTIVIDAD DE PSICOMOTRICIDAD:
(1) Entrada –> (2) –> Juego sensoriomotor –> (3) Juego simbólico –> (4) Juego cognitivo –> (5) Salida
NOTA: utilizar SIEMPRE la misma zona tanto para la entrada como para la salida.
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