Artículo enviado por INTEGRA. CENTRO DE ESTIMULACIÓN Y PSICOMOTRICIDAD. FORMACIÓN DE PROFESIONALES WEB: Integra Gijón
IMPORTANCIA Y BENEFICIOS DE LA PSICOMOTRICIDAD
La sala de psicomotricidad es un espacio creado a la disposición de los niños, en el que rodar, girar, caminar, equilibrarse, construir, destruir, gritar, reír, etc. Estas son actividades que producen placer y que van dirigidas al desarrollo de su esquema corporal y la construcción de su propia identidad, pero también es un medio que permite el desarrollo personal en dos aspectos: el intelectual y el afectivo, pues el movimiento y la expresión corporal permite el trabajo de funciones cognitivas: atención, memoria, concentración y la expresión de emociones, el desarrollo del autoestima y el vencer nuestros temores.
Los estudios de Aucouturier, psicomotrista francés, han encontrado una estrecha relación en las esferas emotivo-cognitivas y propone que la práctica psicomotriz se realice en un ambiente placentero, en la que el niño experimente el placer de ser uno mismo y de sentirse bien, afirma que “la expresividad Motriz es la manera que cada niño tiene de manifestar el placer de ser él mismo, de construirse de una manera autónoma y de manifestar el placer de descubrir y de conocer el mundo que le rodea”.
¿Cuales son verdaderamente los placeres desconocidos en la psicomotricidad?
Existen 3 niveles de expresividad a través de los que el niño expresa y proyecta su historia profunda a través de la exploración y manipulación de los diferentes materiales que encuentra en la sala de psicomotricidad.
Nivel 1. Sensaciones internas del cuerpo, ligadas al sistema laberíntico.
Placer de presionar Placer de empujar Placer de rotar, girar y balancearse. Placer de la caída Placer postural Placer del equilibrio Placer de conquistar la altura Placer de la unificación de los dos lados del cuerpo Placer del salto en profundidad Placer de saltar sobre lo duro Situaciones de regresión Placer de andar y de correr
Nivel 2. Experiencias de placer–displacer, imágenes y vivencias surgidas a partir del encuentro con la mirada del otro:
Placer de entrar y salir, aparecer y desaparecer de la mirada del otro. Placer de esconderse para sentir de forma más profunda la emoción del movimiento. Placer de desordenar.
Nivel 3. Aparición del “como si”, que se traduce en la proliferación de los juegos simbólicos y los juegos organizados o sociomotrices. El juego simbólico
Capacidad del niño para ponerse en el lugar de otro personaje, es decir, de dejar de ser él para ser otro. Ha tomado conciencia de su yo y ha podido diferenciarse de los otros. Muestra cómo se sitúa y está introyectando el mundo que le rodea. Sirven también como compensación de sus necesidades, deseos y conflictos más personales. Expresan una primera operación intelectual, que indica su capacidad de pasar de lo imaginario a lo simbólico y de lo simbólico a lo real. El placer de pensar Ligado a actividades tales como relatar vivencias, comprender los cuentos o historias que le explican, dibujar, construir, modelar,… En este momento la utilización del lenguaje es fundamental porque pone distancia respecto al movimiento y las emociones imprescindibles para que se puedan luego “pensar”
LOS FUTUROS PSICOMOTRICISTAS HAN DE EXPERIMENTAR ESTOS MISMOS NIVELES DE EXPRESIÓN.
ASI EN EL FUTURO SERAN CAPACES DE ENCONTRARSE CON EL NIÑO CON UNA DISPONIBLIDAD CORPORAL ADECUADA. IGUALMENTE SERÁN CAPACES DE DOTAR DE UNA SIGNIFICACIÓN OBJETIVA Y COHERENTE A LAS PRODUCCIONES DEL NIÑO.
SE ESTABLECE ASÍ UN VERDADERO DIÁLOGO, DONDE EL CUERPO ES LA HERRAMIENTA MAS PRECIADA
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SOMOS MARCA…
…SOMOS TAMDEM